
“El síndrome es menos grave que la gripe. Lo causa un bichito del que conocemos el nombre y el primer apellido. Nos falta el segundo. Es tan pequeño que, si se cae de la mesa, se mata”. Esta desafortunada declaración, que recoge la hemeroteca del diario ABC, fue pronunciada en 1981 por el entonces ministro de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social, Jesús Sancho Rof, de la UCD. Tras semanas de investigación del origen de la intoxicación por aceite de colza desnaturalizado, el 1 de mayo de 1981 fallecía la primera víctima. Pues bien, tres semanas después del primero de los más de 700 fallecidos el ministro de Sanidad dio en el clavo del origen de la enfermedad y del tamaño “del bichito”.
Como hemos visto en estos días, tras más de tres décadas de la crisis de la colza, la formación en comunicación en situaciones de crisis sigue sin evolucionar en los despachos de muchos de nuestros políticos.
El entonces ministro de Sanidad dimitió. Creo que poco le queda al consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid. La suspensión de la inauguración del nuevo hospital de Villalba, prevista para hoy, da alguna pista. Entiendo que la orden viene de Moncloa para evitar la exposición mediática de ministra y consejero.
Pero de verdad creo que el equipo de comunicación de la Consejería de Sanidad no tiene la culpa. No puede ser. No me puedo creer que alguien que tenga dos nociones de portavocía y comunicación pública pueda columpiarse de tal manera. Sinceramente, creo que las barbaridades que este consejero ha dicho hasta ahora –aún tiene tiempo para liarla aún más parda- son fruto de la desobediencia a su equipo de asesores, de su propia cosecha y su cuestionable sensibilidad personal.
Aplaudo la decisión de Moncloa, tardía, de nombrar a Fernando Simón portavoz del Comité Especial de gestión del ébola. Este experto cumple los requisitos y exigencias de la comunicación en situaciones de crisis y emergencias para este puesto. No hay más que verle y oírle. Un tipo pausado, experto, convencido de lo que dice y, por tanto, convincente, que responde a las preguntas sin evasivas yreconoce los posibles errores. Con gran conocimiento técnico sus declaraciones se diferencian de las de la vicepresidenta o de la ministra, quienes mantienen la responsabilidad política.
Ver siempre al mismo personaje que cuenta las cosas desde un punto de vista técnico, pero con un vocabulario sencillo, es más tranquilizador. Creo que ahora sí están consiguiendo trasladar a la población información veraz y clara, sin ambigüedades y con el menor trasfondo político posible.